Para no olvidarme de mí
me pierdo entre la nada,
avanzo segura, a ningún sitio
sin ver mas allá de mi cara.
Para no olvidarme de mí
llego hasta el borde del camino
me asomo y soy viento
que avanza hacia el vacío.
Para no olvidarme de mí
procuro negar el deber,
colecciono,
arriesgo, replanteo
y apuesto a querer sin saber.
Para no olvidarme de mí
me comprometo con la rebeldía,
con lo que no se ve, ni se dice,
pero existe todavía.
A falta de miedo, me sobra gana.
A veces no sé quién soy y en esos momentos,
a falta de certezas, sé que soy nada.
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