Cómo rematar el
tiempo muerto,
cómo perder más
que la nada.
Es igual volar sin
alas
y el castigo sin
escarmiento.
Peor es no darse
cuenta,
peor es creer la
mentira.
Así como existen
antibalas,
yo conozco un
anti-heridas.
Mientras respire,
me perdono,
mientras se pueda
seguir, sigo.
El día que me
quede sin excusas,
no valdrá la pena
lo perdido.
Y así se suma y se
resta,
y así quedan las
cuentas en suspenso.
Lo que se gana y
se pierde,
se sabe al final
del presupuesto.
Quizá, tal vez,
algún día,
quizá no lleguen
nunca.
Para mí el hoy es
todavía,
mañana te cuento
si me sobra.
A veces es mejor
el recuerdo,
a veces es mejor
el olvido.
Y como a veces, no
es tan seguido
acepto, levanto la
frente y camino.
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