miércoles, 10 de septiembre de 2014

REGLA del "Oso Idiota"





Jorge Bucay plantea lo siguiente:

 

Si quiere algo: Obténgalo

Si no puede obtenerlo: Sustitúyalo

Si no puede sustituirlo: Olvídelo

De otra manera usted es un Idiota.

 

Si me esforzara por dar un porcentaje, podría decir que he obtenido lo que he querido un 50% de las veces, lo he logrado sustituir un 40% y me he resignado al olvido de un 10%, que sin embargo me ha calado más profundo que la felicidad de cualquier otro logro.

 

Visto así, me nace cierta felicidad por compromiso pero lo cierto es que en estos momentos estoy nuevamente en la búsqueda de algo y se renueva en mí toda la angustia de no saber con qué podré sustituirlo en caso de no obtenerlo y sobre todo, cómo superar otro olvido lamentable.








Envidio al perfecto IDIOTA que ni obtiene ni sustituye ni olvida. La vida sería tan imposible como maravillosa. Levantarse de la cama sin la más mínima idea de cómo va a seguir el día, desconectarse totalmente de nosotros mismos y de las circunstancias. Ser una especie de sombra, ni causa ni efecto. No reparar en lo que nos falta, no especular, no medir, no pedir, no comparar, de ser posible no entender.

 

Se imaginan la cantidad de angustias que nos ahorraríamos, sería magnífico dejar de buscar sustitutos o consuelos para las cosas que no están a nuestro alcance inmediato. Dejar de frustrarse, de conformarse, de negociar. Quitarle la aceleración al mundo, la gravedad...andar por la vida dando saltos perdidos, pisando en cada esquina un pedazo de Luna. Ser una masa de idiotas felices que no saben que lo son, medios perdidos, medios encontrados. Y respirar, porque si no se terminó el mundo todavía, quizá gire otra vez mañana.



 

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